Cuando los niños/as muerden a otros niños, los adultos generalmente nos preocupamos. Muchas veces no sabemos qué hacer para que los niños/as dejen de morder, no entendemos bien a qué se debe y nos preocupa tener que escuchar los reclamos de otros padres.
El morder es una conducta que aparece aproximadamente entre los 10 y 12 meses, cuando los niño/as aún son muy pequeños y se origina en diversas situaciones: proceso de dentición, emociones que no son capaces de expresar de otra forma pues aún no han desarrollado el lenguaje suficiente para hacerlo, otras veces también puede relacionarse con disciplina rígida o también por haber estado expuesto/as a situaciones de violencia.
¿Cómo abordar las mordeduras?
Entender y anticipar. Es importante descubrir qué provoca que el niño o niña muerda, para eso es necesario observar en qué momentos ocurre, qué señales da el niño/a antes de morder, qué cosas, personas o situaciones pueden relacionarse a las mordidas.
Intervenir oportunamente, apenas se ve que el niño está dando las primeras señales de frustración o comienza a alterarse, es importante ayudarle a entender qué es lo que pasa, acogiendo y enseñándole qué hacer con lo que siente, por ejemplo, “parece que te enojas cuando un compañero toma un juguete que te gusta… ¿necesitas ayuda para solucionarlo“
Transmitir desaprobación. Es importante decir “no”, en un tono calmado pero firme, “no es correcto morder porque le hace daño a las personas”.
Recuerda que este es un proceso de aprendizaje, que requiere de tiempo y persistencia.
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