El rol del padre

El rol del padre

Todo aquel que ha vivido, de una u otra forma, la paternidad, podrá distinguir muy fácilmente que el ser padre no es lo mismo que el ser madre. Para quien no tiene hijos, pero si ha sido uno, posiblemente puede identificar con relativa claridad que cosas podía esperar de su padre y que cosas de su madre. Para quienes si son padres o madres, ya sean primerizos o con varios años de experiencia, es probable que puedan identificar en sí mismos formas de ejercer este rol que más allá de las características y matices personales, están de cierta forma “condicionados” por lo que culturalmente se espera que un padre/hombre y una madre/mujer deben hacer.

Es así como para algunos la figura del padre está más relacionada con la autoridad, protección y ser proveedor, dejando la figura de la madre centrada en el afecto, contención emocional, cuidados cotidianos y reglas del día a día. Y es que el rol parental está, como todo rol social, construido por una serie de visiones y expectativas que la sociedad deposita en sus miembros, por lo que la variable de género también juega un rol importante dentro de este “ser padre”.

¿Qué significa para un hombre ser padre en la actualidad?

Sin duda que nuestra sociedad ha cambiado, y la forma en que se entienden los roles de género han ido evolucionando con el correr de los años. Según algunos estudios relacionados con el tema, algunos padres suelen involucrarse menos que las madres en lo que acontece a sus hijos ya sea esto en el ámbito educacional, de salud, o bien en lo relativo a dificultades emocionales y/o conductuales, existiendo en muchos casos la creencia que sus hijos son más cercanos emocionalmente a sus madres. Algunos padres pueden creer incluso que sus opiniones están demás, no son valoradas o pueden ser vistas como menos significativas que las de la madre, esto a raíz de que comparten menos tiempo con sus hijos en comparación con ellas. Serían las madres quienes conocerían de más cerca las necesidades de sus hijos al estar constantemente en contacto con ellos. Esta y otras visiones del rol del padre están muy centradas en un enfoque más tradicional de género, donde se evidencia un autoconcepto más alejado de la esfera emocional.

Sin embargo, en la actualidad se observa un aumento en la participación del padre incluso desde el nacimiento y luego en el posterior cuidado de su hijo. Esta mayor participación del padre corresponde a un fenómeno reciente y la forma cómo un padre ejerce su rol va teniendo cambios a lo largo de cada generación. Estas transformaciones han llevado a que hoy en día los padres se acerquen cada vez más a sus bebés, trabajando para lograr formar un vínculo afectivo con ellos desde sus primeros días de vida. De esta forma, la visión que los propios padres tienen de si mismos en su rol ha cambiado de forma positiva. Son ellos quienes reportan que se comprometen en actividades con sus hijos pues lo consideran importante tanto para ellos como para sus hijos y a su vez les produce mucha satisfacción compartir con sus niños. Valoran su rol de padre y no tendría que ver con un cumplimiento forzado de una obligación impuesta.

Entonces, ¿se puede pensar que tanto padres como madres pueden ejercer de la misma forma su rol de padres?. Si bien ambos padres muestran la tendencia a conectarse emocionalmente con sus hijos, son capaces de interpretar las señales de sus hijos y sienten el compromiso de la crianza, si existe una diferencia en la forma que ambos ejercen sus capacidades parentales. Es así como, más que la búsqueda de equiparar roles y funciones entre padre y madre, se trata de reconocer las diferencias en la crianza, pero sin desconocer o aplacar la vinculación afectiva, en cuanto no es excluyente de género.

¿Qué impactos tiene en el niño esta nueva forma de ver y ejercer el rol paterno?

La importancia que juega el rol del padre en la vida de sus hijos se ha indicado como un factor protector para su desarrollo. Según estudios sobre el tema, los niños y niñas cuyos padres se han mostrado emocional y físicamente accesibles, presentes y activos en el ejercicio de su rol, evidencian mayor tolerancia a eventos estresantes, tienen una mejor adecuación al mundo que los rodea, poseen una autoestima y confianza en si mismo mucho más desarrollada. Así mismo, cuando tienen una relación positiva con un padre altamente comprometido con su rol, se asocia mayor capacidad cognitiva (sobre todo las verbales), mayor empatía, creencias sexuales menos estereotipadas y mayor capacidad de autocontrol. La forma en que los padres juegan con sus hijos e hijas también tienen efectos directos en su desarrollo: debido a la tendencia paternal de apoyar las conductas exploratorias y novedosas, combinado con la preferencia por enriquecer las actividades más cotidianas, incentivan la resolución de problemas, agudiza la capacidad de análisis, desarrollan la curiosidad por su entorno y mejora sustancialmente su capacidad de adaptación.

No hay una forma única de ser padre, pero independiente de la forma que escoja serlo, recuerde que para su hijo, usted es un actor principal en su historia de vida y eso le da la posibilidad de darle a él o ella una experiencia de vida nutritiva y gratificante, que lo acompañará por siempre

Para finalizar

•Exprese amor y cariño de todas las formas que le sean posible: caricias, palabras, gestos, risas, y actos amorosos son fundamentales para que su hijo o hija se sientan seguros, protegidos y queridos. Muchas veces creemos o esperamos que nuestros hijos e hijas sepan lo que sentimos por ellos, pero la única forma de que este mensaje llegue con fuerza es que seamos especialmente activos en mostrarlo.

•No piense que hay una sola forma de ejercer su rol de padre, no se restrinja a lo que “debe ser”, o que hay temas que son “de la mamá”, en especial los relacionados con los afectos y emociones. Para su hijo o hija usted es una de las personas más importantes de su vida, por lo que jamás estará de más una caricia, un beso, un abrazo, un apoyo en momentos difíciles. No se pierda la oportunidad de disfrutar a sus hijos con todas las posibilidades que tiene a su disposición.

Nunca es tarde para comenzar a hacerlo.