Diciembre es uno de los meses más esperados por niñas y niños: salen de vacaciones y llega el Viejito Pascuero. Mientras lo esperan, es probable que ellas y ellos realicen, al menos, una de estas preguntas: ¿El Viejito Pascuero existe?, ¿Cómo entrega los regalos en una sola noche?, ¿Cómo sabe lo que pedí?, ¿Por qué hay niñas y niños que no reciben regalos?
Sin duda, estas y otras dudas relacionadas con el Viejito Pascuero pueden ser una puerta de entrada a su mundo interior. Nos recuerdan que la niñez es una etapa curiosa e inocente en la que buscan comprender y sentirse seguras/os en el mundo que habitan, por lo que deben ser acompañadas y acompañados amorosamente por las adultas/os que les rodean.
Estas preguntas también nos recuerdan que niñas y niños no solo necesitan respuestas que les den seguridad y sentido, sino que buscan ser escuchadas/os con respeto, paciencia y cariño. En ese sentido, responder estas interrogantes pueden ser una oportunidad para tocar ciertos temas que no siempre hablamos con ellas y ellos: por ejemplo, el respecto de los valores, vínculos y derechos, mirando siempre la Navidad desde los ojos de la niñez.
El Viejito Pascuero se relaciona con el poder de la fantasía, de ese lenguaje simbólico que permite imaginar, crear, esperar y construir vínculos. A través de ella, niñas y niños pueden aprender sobre la bondad, la generosidad y la posibilidad de que algo bueno ocurra.
Ahora bien, las preguntas sobre “Papá Noel” –como también se le conoce– no requieren de respuestas cerradas o únicas; necesitan respuestas amorosas. Una opción es devolver la pregunta diciendo “y tú, ¿qué crees?”. Esto, según su respuesta y la etapa del desarrollo en la que estén, permitirá acompañarles para que encuentren un sentido propio desde su mundo interno, sus creencias y lo que viven en familia.
También podemos reforzar que el Viejito Pascuero existe en el corazón de las personas que creen, en los gestos que hacemos para compartir y en el amor que entregamos sin esperar nada a cambio. Así, la magia se mantiene viva y los valores que la sustentan se vuelven reales en el día a día.
Sin embargo, hay preguntas más complejas: “¿Por qué algunas niñas y niños no reciben regalos?”. Esta interrogante nos recuerda que la Navidad no se vive igual en todos los hogares y que no hay una explicación mágica capaz de ocultar las desigualdades. Desde el enfoque de derechos, es una invitación a reflexionar sobre la equidad, inclusión y el rol de las adultas y adultos para construir entornos más justos, donde las niñas y niños puedan disfrutar, jugar y sentirse parte.
Escribir la tradicional “carta al Viejito” puede ser la oportunidad para conversar sobre el verdadero sentido de la Navidad. Más que una lista de regalos, es una invitación a pensar en lo que realmente deseamos y queremos ofrecer: un abrazo, un dibujo, recordar a alguien que ya no está, tiempo compartido o palabras de cariño. Así, la carta deja de ser un pedido material y se transforma en un acto de amor y participación.
También es clave poner atención a los mensajes que transmitimos a las niñas y niños. Frases como “si te portas bien, el Viejito te traerá regalos” pueden ser inofensivas, pero refuerzan la idea de que el afecto o el reconocimiento se merecen según la conducta. Desde la mirada de derechos, sabemos que cada niña y niño tiene derecho a la protección, al cariño y al respeto sin condiciones. Su valor no depende de cómo se comporten, sino de quiénes son.
La Navidad, vivida desde los ojos de niñas y niños, nos devuelve a lo esencial. Nos invita a escuchar con atención y creer otra vez en la magia de lo simple. Nos recuerda que niñas y niños no necesitan una Navidad perfecta, sino que necesitan una Navidad en que adultas y adultos estemos presentes, con disposición para mirar, acompañar y sostener su ilusión.
El Viejito Pascuero, entonces, sí existe: en cada gesto de afecto, presencia y cariño. Tal vez el mejor regalo para esta Navidad sea recordar que la ilusión de niñas y niños merece ser acompañada y respetada, porque la magia también es un derecho. Si tienes dudas respecto a este tema o a algún otro relacionado con crianza respetuosa, puedes contactar a Fonoinfancia, de lunes a viernes de 8:30 a 19:00 horas. Llamando al 800 200 818 o ingresando a www.fonoinfancia.cl. Un equipo de psicólogas y psicólogos expertos está disponible para acompañarte.
Carolina Diez Pastene, psicóloga supervisora del Programa Fonoinfancia
Fundación Integra