Niñez, memoria y dignidad en el 12 de octubre

Niñez, memoria y dignidad en el 12 de octubre

Cada año en los establecimientos educativos de nuestro país se recuerda el 12 de octubre. Con el tiempo, hemos ido revisando colectivamente la forma en que hablamos de esta fecha, dando cuenta de la importancia de construir realidades y formas de representación más justas con las historias de los pueblos. Antes hablábamos del “Día de la Raza”, luego como “Encuentro de Dos Mundos” o, como se ha llamado más recientemente, “Día de la Diversidad Cultural”. Pero ¿qué significa para una niña o un niño escuchar que este día se conmemora un descubrimiento? ¿Qué memoria heredamos cuando “celebramos” sin hablar de la violencia que implicó este hecho y que aún se expresa en nuestros territorios?.

El 12 de octubre no es una fecha neutra: representa la colonización, el silenciamiento de culturas y la imposición de una visión única del mundo. Hablar de niñez, en el marco de esta conmemoración, es una invitación urgente, porque no se trata solo de mirar al pasado, sino de preguntarnos cómo los relatos que repetimos en las aulas y en la vida cotidiana afectan el derecho de niñas y niños a construir una identidad cultural libre de discriminación. Para una niña mapuche, por ejemplo, puede ser doloroso escuchar que “Chile nació de un encuentro de mundos” cuando su historia familiar da cuenta de despojo y resistencia. Para un niño de ciudad, en cambio, la omisión de otras voces puede reforzar la idea de que lo “occidental” es lo universal y lo diverso es lo periférico.

La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce el derecho de toda niña y niño a preservar su identidad, a recibir una educación que respete su cultura y a participar en la vida social y comunitaria. Sin embargo, estos derechos siguen en tensión y nos desafían a asumir que la memoria es también un terreno de disputa donde niñas y niños deben ser protagonistas.

¿Qué alternativas sensibles y respetuosas con la diversidad podemos crear?, ¿cómo podemos abrir espacios para repensar las formas de abordar la historia, en donde niñas y niños puedan preguntar, imaginar y contar qué significa para ellos este día?, ¿cómo transformar las aulas en lugares de encuentro donde la diversidad no sea una efeméride, sino una experiencia cotidiana de respeto y reconocimiento? Podríamos, por ejemplo, invitar a referentes de comunidades originarias del territorio en el cual vivimos a compartir su historia viva, no como folclor ni cómo pasado muerto, sino como presente digno.

Conmemorar el 12 de octubre desde una mirada crítica no es un gesto de división, sino de reparación. Es reconocer que la memoria también es un derecho humano y que cada niña y niño merece crecer en un entorno en que se preserva la identidad con un relato que los dignifique. Porque no se trata de elegir entre olvidar o celebrar, sino de aprender a narrar de otra manera: con verdad, con justicia y con ternura.

Si tienes dudas respecto a cómo abordar este tema o algún otro relacionado con la crianza o bienestar de niñas y niños, pueden contactarse con Fonoinfancia, de lunes a viernes, de 8:30 a 19:00 horas, llamando de forma gratuita al 800 200 818 o ingresando a www.fonoinfancia.cl. Un equipo de psicólogas y psicólogos expertos en crianza, niñez y familias está disponible para acompañarles.

Mercedes Galarce, profesional psicóloga de atención no presencial, Programa Fonoinfancia

Fundación Integra